La verdad es que no sabe
uno por donde empezar a expresar el torrente de sensaciones que he
tenido durante esta semana y lo que me queda, o al menos eso espero.
Todos hemos sido testigos de como cuando se quiere, se puede. Y
ciertamente no lograba ni todavía consigo entender como una
iniciativa que se inicio en la red de redes (gracias a Rubalcaba y a
nuestros amigos y profesores de la banda terrorista ETA) ha llegado
hasta estos extremos. Y por si alguien no ha entendido bien el
movimiento, esto no es la plaza Tahir, esto es la manera que tiene el
pueblo de expresarle a la clase política que nos tiene hasta los
güevos.
Si, doña Esperanza, no
somos cuatro guarros mal vestidos antisistema, somos el sistema y
resulta que por fin nos hemos dado cuenta en España que si queremos
podemos. Así que yo que vosotros empezaría a gobernar para el
pueblo, comenzaría a escuchar sus quejas y peticiones, no vaya a ser
que al sistema se le inflen las pelotas y decida pararse o si lo
prefieren pueden seguir su camino haciendo caso omiso de nuestro
grito, pero recuerden que es el pueblo quien les sienta en su trono,
quien fabrica su trono y quien mantiene su trono.
Y que sacamos con todo
esto: ESPERANZA, ilusión por continuar luchando para que nuestros
derechos no se vean recortados a su mínima expresión, fuerzas para
levantarse cada día con ánimo de afrontar otra jornada laboral (si
señora Merkel, a pesar de los 5 millones de parados en España se
trabaja y mucho), a fin de cuentas, ganas de seguir forjando el
camino que nos lleve a los españoles a disfrutar DE UNA DEMOCRACIA
REAL.
¿Y ahora qué? Pues en
teoría toca reflexionar, pensar, discurrir, hablar, comentar, votar,
¿no? ¡votar no! Que ha dicho la prensa que el movimiento lo que
busca es la abstención, el voto en blanco y el voto nulo. Pero como
se puede ser tan gilipollas y estar tan mal informado, en ningún
momento se ha pretendido coartar la libertad de voto del pueblo
español ni se pretende a día de hoy influir sobre la decisión de
voto que tomen en el día de mañana.
Esta maquinaría no se ha
puesto en marcha para pararse el Lunes, espero; no se consigue mayor
ni mejor democracia influenciando en una campaña electoral destinada
a elegir ayuntamientos y comunidades. Quiero y presupongo, queremos,
construir un país donde sea el pueblo el que rija la toma de
decisiones, para lo bueno y para lo malo, construir un país donde no
manden los mercados ni sean los bancos los dueños de nuestro destino
y eso en España supone un cambio.
Por eso ahora la pelota
está en el tejado del gobierno y de los próximos alcaldes y
presidentes de comunidades, ellos son los que verdaderamente deben
cambiar, son los que se tienen que sentir obligados a dar lo que el
pueblo les pide, son realmente los que tienen los instrumentos para
remodelar nuestro sistema democrático y no defraudar una vez más a
una ciudadanía que ha dicho ¡basta! son los que tienen la llave del
cambio, porque el poder lo tenemos nosotros y como os hemos
demostrado, no dudaremos en usarlo, ahora ya no.
Saludos sensatos.
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