Primero: Cuando de
aprobar una ley de importancia como esta se trata, se hace de cara,
entiéndase por tanto que el echo de incorporar dicha ley a otra aún
mayor para así pasar desapercibida o al menos intentarlo, hace que
el pueblo, véase sufridor de dicha ley, se enoje en mayor medida,
consiguiendo por tanto una reacción igual pero de sentido inverso a
vuestra acción. (Tercera Ley de Newton)
Segundo: Cuando un
ministro es preguntado acerca de su dimisión por un periodista,
después de perder a su hijo prodigo (Ley Sinde), no puede en ningún
caso responder “¿y tu?” dado que el periodista si esta
realizando su trabajo, por lo que no tiene ninguna razón para
dimitir o al menos no tiene que rendirle cuentas a el, sin embargo el
ministro si debe dar explicaciones de sus acciones al pueblo ya que
es este ultimo quien le ha legitimado como representante suyo y por
consiguiente a quien debe explicaciones de sus acciones y decisiones.
(Principio fundamental de la democracia)
Tercero: Cuando una
producción española, sea esta cine, series, música u otra, no
tiene el numero de ventas esperado, no se puede achacar el problema a
las descargas “ilegales” en internet, yo más bien diría que
dicha producción es una MIERDA, acaso creen en el gobierno que los
millones de descargas de los capítulos de LOST (Perdidos) han
afectado en su enorme éxito mundial, conoce usted señora Sinde a
algún español que haya echo uso de las descargas de internet para
ver Los Serrano. El número de ventas de un producto se basa en la
ley de la oferta y la demanda. (Principio del Capitalismo)
Cuarto: Cuando los
largometrajes extranjeros representan el 85 % de la recaudación en
España, no se puede argumentar que la Ley Sinde favorecerá que esta
industria permanezca en nuestro país. Existe acaso algún empresario
que abandone un país en el cual copa el 85 % de las ventas de su
producto.
Quinto: Cuando hablan
desde el gobierno de proteger los derechos de autor, realmente a que
se refieren; porque un jardinero, un pintor, un ebanista, un albañil,
etc, etc, no cobra a la gente por admirar o disfrutar de su obra una
y otra vez, se debe quizá, a como ya dijo el Marqués de Condorcet
haya por el año 1791 que “la propiedad literaria no es un derecho
es un privilegio y como todos los privilegios, es un obstáculo
impuesto a la libertad, una restricción evidente a los derechos de
los demás ciudadanos” entendiendo por tanto que vuestra ley es una
ley para privilegiar a unos cuantos en detrimento de los derechos
reales, que no adquiridos, del resto.
Y podría seguir
enumerando más y más puntos intentando explicar a la señora Sinde
y a sus compañeros de gobierno, lo equivocados que están intentando
vendernos la “cultura” a precio de oro, cuando todos sabemos que
el oro, es un bien cuantitativo y no cualitativo como es la cultura y
las cualidades no se venden, se enseñan y se difunden para un bien
global. Solo que a lo mejor, esa falta de cultura libre es la que ha
propiciado que esta señora con ausencia de principios y una gran
merma de conocimientos de la vida real, piense que los derechos hay
que pagarlos como si del diezmo se tratara, pero nada más lejos de
la realidad. Cuando de adquirir los privilegios que te otorgan tus
derechos se trata, solo el trabajo que te conlleva realizar tus
obligaciones es garante para la obtención de estos.
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