Por tanto, entendemos,
que aquella persona que emigra lo hace con el objetivo de encontrar
trabajo, bien porque en su país de origen no hay, bien por mejorar
su situación personal. Con esta premisa en la mente, es lógico
pensar que aquel que emigra no lo hace con intenciones maliciosas
sino con pensamientos de evolucionar laboralmente, lo que
coloquialmente diríamos, salir hacia delante.
Dicho esto, tenemos que
poner en el mismo escalón de salida a todo aquel que sale de su
país, sea cual sea su nivel económico, social o cultural. Pero
dicho esto, debemos de dotar a todo aquel que llega a nuestro país
de los mismos derechos y por supuesto de las mismas obligaciones,
incidiendo como no en la integración laboral y con mayor motivo en
la cultural.
No quiere decir que deban
adoptar nuestras fiestas como suyas, tampoco que deban adoptar
religión alguna, ni siquiera que se sientan obligados a comer jamón
o paella mientras empinan un chato de nuestros mejores caldos. Pero
desde luego que deben comportarse como si de un español más se
tratara, por tanto, si en la cultura española no esta bien visto
llevar velo, usted no lo llevara, si en la cultura española no esta
bien vista la poligamia, usted no la practicara, si en la cultura
española no esta bien vista la explotación de menores, usted no la
promoverá, así indefinidamente hasta acatar toda costumbre cultural
española.
De no ser así, entiendo
que no llevara una vida con plena integración social, tendiendo a
aislarse, construir guetos y posiblemente a delinquir. Esto no es un
antojadizo cachete al emigrante, porque si pasa constantemente en
pueblos y ciudades donde grupos de españoles que tienen poca
integración social crean estas realidades, porque no ha de pasar con
el emigrante, que tiene ante si la difícil tarea de construirse una
nueva vida en un nuevo país.
Con todo esto lo que
trato de exponer es la situación que impera en nuestros días. Desde
mi punto de vista, no me considero para nada racista ni xenófobo, no
pueden estar continuamente bombardeandonos desde las asociaciones de
emigrantes con el mensaje demagogo del racismo. Porque no hablan de
los miles de emigrantes que se han incorporado a la vida laboral y
social española sin ningún tipo de problema; no sera, que aquellos
que presentan problemas en su día a día son los mismos que no
quieren, por el motivo que fuere, adoptar la manera de vivir
española.
Supongo, que habrá
personas que aún sean racistas y no traten con respeto a los
extranjeros, pero no creo ni mucho menos, que España tenga una
sociedad mayoritariamente xenófoba, y eso contando con que nuestros
políticos no dejan de usar al emigrante como arma arrojadiza a su
antojo, propiciando que sobre todo nuestra juventud se vuelva cada
día más intolerante, quizá tenga mucho que ver la ingente falta de
cultura de nuestras últimas generaciones.
Me despido de todo aquel
que lea esto, con un video protagonizado por Josep Antoni Duran i
Lleida, en el programa de TVE “Una pregunta para usted”.
Muy interesante tu reflexión, yo también pienso que hay gente mala española y hay gente mala extranjera, al igual que hay mucho inmigrantes buenos y trabajadores, al igual que españoles. Sin duda, la clave esta dentro de cada persona...
ResponderEliminarCreo que el video y las palabras de este político resumen todo... muy bien explicadito. A mi no me molesta ver a mujeres con velo, lo que si me molestaría que fueran obligadas a ello, y por desgracia, yo creo que así es en la mayoría de las veces.
Un saludito.
Efectivamente Manolinvicio, va en la persona, a colación con eso, el otro día mi pareja fue a comprar al supermercado y a la salida del mismo se tropezo cayendo al suelo, pues quien acudio a ayudarla fue un emigrante marroqui. Un ejemplo más que demuestra que quién quiere puede integrarse.
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